Voyeur.
Sentado en un banco en la ciudad sin nombre
Te veo a ti y a él y cientos de niños en un coro
Todos jugando a pasar la vida
A entretener el tiempo.
A apaciguar los sueños
El hombre sonríe con desespero
Disimulando tácticas de amante antiguo
Ella hace trucos con su pelo
Y su mano parece una paloma
Un niño pierde la pelota y llora.
El hombre pierde la sonrisa
Detrás de su mirada hay miedo
La mujer sonríe y desafía su mirada
Que con seguridad sostiene
El niño está desconsolado
Su pelota no vuelve.
Él agita sus manos con reproches
Ella le reprocha con sus manos
El niño da por perdida su pelota
Y calla en medio de la plaza.
El hombre contiene su voz y sus gestos
Ella le da la espalda y su silencio
Y parte aferrada a sus recuerdos y no mira
Él, queda solo y roto buscando esperanzas en el suelo
El niño triste corre y se acerca
Se sienta a escasos metros y lo observa
El hombre levanta la cabeza y encuentra
Los ojos tristes del niño solo
Y es como un espejo.
Mientras, cientos de niños juegan en un coro.
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