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domingo, 13 de octubre de 2013

Amor a las 20:18

El amor a las 20:18 es especial, bueno acaba de pasar fugazmente a hurtadillas por entre mis dedos y se escapó. El amor tiene esa costumbre de asemejarse al humo de un cigarrillo mal apagado, dibuja con la luz extrañas y sugerentes formas y desaparece en menos de lo que canta un gallo. A las 20:20 ya no es tiempo ni de replantearte la existencia. A las 20:21 es incluso algo de mal gusto pensar que estás solo y tiritan azules los astros a lo lejos. Por eso, quiero decirte, con toda franqueza que te espero mañana a las 20:18, ven con tu sonrisa franca y encandílame con tu verbo poderoso. Ya mañana hablamos. Y tal.

2 comentarios:

Cristóbal dijo...

Y tal.....llegará, seguro que llegará y de nuevo se dibujaran las figuras etéreas del humo del cigarrillo.

Mario García Montalban dijo...

El tiempo, eterno enemigo y cómplice, amigo tierno y amigo traidor. Ay! El tiempo.