Primero una mirada
el roce eléctrico en el espacio común
la voz en cascada
y al final una sonrisa.
Te alejas pero te quedas
ocupas el aroma del otro
respiras el aroma del otro
vuelves la cabeza y ya es tarde.
Pero se queda la mirada
el roce y la sonrisa
y el aroma te persigue en la almohada
en el desayuno frugal
y en el agua que acaricia tu cuerpo.
Vuelves agitado al lugar común
y esperas,
esperas como un niño
como un niño viejo
Desatas la brújula
desencadenas el alma
y te das la oportunidad
de la sonrisa compartida.
Alargas la mano
y sientes la descarga
Primero una mirada
la piel que desafina
el encuentro eléctrico
la voz como cascada
una sonrisa
o dos
o mil
y después
y después el mundo.
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